¿Cuál es el rol de los padres de ajedrecistas?

Antes de comenzar, quiero aclarar que este espacio no pretende dictar cómo deben relacionarse con sus hijos o con el ajedrez en sí. Mi intención es, más bien, ofrecer una guía, un conjunto de ideas que puedan serles útiles en este camino.
Este artículo surge a raíz de mi reciente regreso al trabajo con niños ajedrecistas. Esta experiencia me ha impulsado a actualizar mis conocimientos y a compartir algunas reflexiones sobre cómo podemos acompañar a nuestros pequeños en el desarrollo de su pasión por este deporte. Espero que les sea de utilidad.

Magnus Carlsen y su padre, Henrik

El ajedrez, mucho más que un simple juego, es un microcosmos donde se ponen a prueba habilidades cognitivas, emocionales y sociales. Dos obras clave, «Chess Improvement: It’s all in the mindset» y «Developing Chess Talent», nos ofrecen una hoja de ruta para comprender cómo los padres pueden convertirse en los mejores aliados de sus hijos en este fascinante viaje.

Chess Improvement
Este libro nos sumerge en la importancia crucial de la mentalidad para el desarrollo ajedrecístico. No se trata solo de dominar la técnica, sino de forjar una actitud mental que permita al jugador:

  • Abrazar los desafíos: Ver cada partida, torneo o problema como una oportunidad para aprender y crecer.
  • Aprender de los errores: Entender que los errores son parte del proceso y que analizarlos es clave para la mejora.
  • Cultivar la perseverancia: No rendirse ante las dificultades, sino mantener la motivación y el esfuerzo a largo plazo.
  • Desarrollar la autoconfianza: Creer en sus propias capacidades y afrontar los retos con una actitud positiva.

Los padres, como figuras clave en la vida del niño, pueden:

  • Modelar la mentalidad de crecimiento: Mostrar con su propio ejemplo cómo afrontar los retos con optimismo y perseverancia, tanto en el ajedrez como en otros ámbitos de la vida.
  • Elogiar el esfuerzo y el proceso: Reconocer y valorar el esfuerzo y la dedicación del niño, más allá de los resultados obtenidos.
  • Ayudar a gestionar las emociones: Enseñarles a canalizar la frustración, el miedo al fracaso y otras emociones que pueden afectar su rendimiento.
  • Fomentar la pasión por el juego: Motivarlos a disfrutar del ajedrez como una actividad placentera y enriquecedora, más allá de la competencia.

Developing Chess Talent
Esta obra nos brinda una visión completa del desarrollo del talento ajedrecístico, especialmente en niños. Sus autores, combinando la experiencia en psicología y ajedrez, destacan la importancia de:

  • Identificar el talento en etapas tempranas: Reconocer las señales que indican un potencial ajedrecístico, como la facilidad para la concentración, la memoria visual, la creatividad y el pensamiento estratégico.
  • Adaptar el entrenamiento a cada etapa: Comprender que el desarrollo del talento es un proceso gradual que requiere diferentes enfoques y métodos según la edad y el nivel del niño.
  • Fomentar la motivación a largo plazo: Evitar la presión excesiva y crear un ambiente de aprendizaje positivo que mantenga el interés y la pasión por el ajedrez a lo largo del tiempo.
  • Promover un desarrollo integral: No solo enfocarse en las habilidades ajedrecísticas, sino también en el desarrollo de habilidades cognitivas, emocionales y sociales que contribuyan al crecimiento personal del niño.

El rol de los padres: Construyendo un camino hacia el éxito
Inspirados en ambos libros, podemos resumir el rol de los padres en los siguientes puntos clave:

  • Ser guías y mentores: Acompañar a sus hijos en su camino ajedrecístico, brindándoles apoyo, orientación y motivación.
  • Crear un ambiente de aprendizaje positivo: Fomentar un clima de confianza, respeto y entusiasmo por el aprendizaje.
  • Establecer una comunicación abierta: Mantener un diálogo constante con sus hijos, escuchando sus inquietudes, celebrando sus logros y ayudándoles a superar las dificultades.
  • Colaborar con el entrenador: Trabajar en conjunto con el entrenador para asegurar un enfoque coherente y adaptado a las necesidades del niño.
  • Promover el equilibrio: Ayudar a sus hijos a encontrar un equilibrio entre el ajedrez y otras actividades importantes en su vida, como la escuela, las amistades y el tiempo libre.
Faustino Oro, el Maestro Internacional más joven de la historia. Wijk aan Zee 2025

En síntesis, los padres son más que simples espectadores en el desarrollo ajedrecístico de sus hijos: son mentores, guías emocionales y socios estratégicos. Inspirados en estas dos obras, pueden crear un ambiente donde sus hijos no solo perfeccionen sus habilidades en el ajedrez, sino también aprendan valiosas lecciones de vida. Desde el trabajo en equipo con entrenadores hasta el estímulo del esfuerzo y la resiliencia, los padres tienen el poder de transformar el ajedrez en una herramienta para el crecimiento personal y la realización de sus hijos.
Así, el rol de los padres ajedrecistas no es solo apoyar el talento en el tablero, sino también construir un camino hacia un desarrollo integral que permita a sus hijos disfrutar del fascinante mundo del ajedrez mientras alcanzan su máximo potencial.

Lazslo Polgar junto a sus tres hijas: Susan, Sofía y Judith

Antes de terminar, quiero agregar los párrafos traducidos del libro Developing Chess Talent del apartado Role of parents:
El mundo está lleno de jóvenes talentos. Solo unos pocos llegan a la cima; en la pubertad, el esfuerzo y la motivación de al menos cinco de cada seis talentos seleccionados disminuyen. Así es como funciona en muchos deportes. Influyen factores como la calidad de las condiciones de entrenamiento, el papel de los padres y las influencias sociales (por ejemplo, amigos que practican o no el mismo deporte). Además, la falta de buenos resultados también puede desempeñar un papel. Algunos ejemplos de buenas instalaciones de entrenamiento son: buenos entrenadores, suficiente tiempo para entrenar, compañeros de entrenamiento de la misma edad y/o nivel, y la disponibilidad de buen material de estudio.
Sin el apoyo de los padres u otros adultos, los jóvenes jugadores no podrán alcanzar la cima. Los padres determinan en gran medida si las oportunidades estarán al alcance de sus hijos. Su papel incluye pagar entrenamientos y torneos, llevar a los niños a estos, recordarles compromisos, motivarlos a estudiar de forma independiente, reaccionar con entusiasmo ante sus éxitos y escuchar sus relatos sobre sus experiencias.
El deporte de alto rendimiento requiere al menos diez a quince horas de entrenamiento y juego por semana para niños menores de diez años, y aún más tiempo para los adolescentes. En un plan de desarrollo de talentos, la organización paraguas olímpica holandesa NOC*NSF señala tres horas diarias para deportes físicos. La experiencia nos enseña que los jóvenes jugadores de ajedrez ambiciosos también pueden fácilmente dedicar de dos a tres horas al día. Es cierto que, ocasionalmente, un niño de 8 años se convierte en campeón nacional en su categoría solo gracias a su talento y algunos entrenamientos. Pero tales éxitos serán efímeros si no trabaja sistemáticamente con un buen entrenador a partir de entonces. Además de los entrenamientos, hay competiciones y cuestiones prácticas que deben resolverse. Muchos padres (que a menudo pasan horas frente a la televisión todos los días) se preocupan por la inversión de tiempo. A menudo no se dan cuenta del valor añadido que el deporte de alto nivel puede tener para el desarrollo personal de sus hijos, siempre que se practique de la manera correcta.
Los padres de jóvenes jugadores talentosos o al menos ambiciosos deben reflexionar críticamente sobre su rol. Exigir demasiado a un niño perjudicará su rendimiento. Por otro lado, no les harán ningún favor si les permiten tomarse su deporte a la ligera, por ejemplo, al no cumplir con sus compromisos con entrenadores, compañeros de entrenamiento u organizadores de torneos. Está bien que los padres sean espectadores en los partidos de sus hijos. Sin embargo, no deberían estar constantemente junto al tablero de su hijo, y deben evitar involucrarse en discusiones sobre el contenido del juego después. Sus intenciones pueden ser sinceras, pero el niño se sentirá incómodo y se verá obstaculizado en el desarrollo de su sentido de responsabilidad. Hacer preguntas sobre un juego está bien, pero los comentarios deben dejárselos a los entrenadores y otros jugadores, a menos que el joven jugador los pida específicamente. De hecho, los jóvenes jugadores rara vez aceptan consejos técnicos de sus padres, por lo que estos últimos pueden ahorrarse el esfuerzo.

El Maestro FIDE Antonino Galaviz con sus hijos: Aioria, Atlas y Sion


El comportamiento de algunos padres puede ser frustrante para los entrenadores. No tienen problema en pagar cuotas adicionales, esperando resultados destacados (preferiblemente a nivel mundial), pero su hijo no debería esforzarse demasiado en el estudio del ajedrez («está muy ocupado con sus tareas, solo es un niño»). En tales casos, un entrenador puede decirles de inmediato que su hijo nunca llegará a la cima. Además, debería considerar seriamente terminar la cooperación. Es importante que los entrenadores y entrenadoras involucren a los padres en el desarrollo competitivo de sus hijos. Los padres a menudo tienen preguntas sobre el deporte de alto nivel, ya sea por interés o por ignorancia. Incluso hay algunos padres que afirman saberlo todo. Si los entrenadores y entrenadoras les dan respuestas bien fundamentadas, esto permitirá que los padres contribuyan constructivamente al desarrollo de sus hijo
En los días de competición, un entrenador o coach puede tener conversaciones informales con los padres. Esto resultará en una relación basada en la confianza mutua, lo que a veces puede llevar a ideas sorprendentes por ambas partes. Los entrenadores y coaches pueden decirles a los padres que pueden llamarlos o enviarles correos electrónicos si tienen alguna pregunta. Es recomendable que los entrenadores y coaches les recuerden a los padres su propia responsabilidad. Si es necesario, los padres deben contactar al entrenador o coach por su cuenta.
El contacto con los padres puede proporcionar al entrenador o coach mucha información útil sobre sus alumnos. Nadie tiene todas las respuestas, ni siquiera un entrenador experto. Es importante que sean capaces de escuchar bien. Los niños pueden estar tomando ciertos medicamentos, tener problemas personales o ser (ligeramente) autistas; los padres pueden estar divorciándose o algo desagradable puede haber ocurrido en la escuela. Todos estos factores pueden influir en el funcionamiento social de los niños y, en consecuencia, también en su concentración durante los entrenamientos y su rendimiento en las competiciones. Muchos problemas prácticos requieren «un plan ingenioso». No existe una receta general para cada problema, pero a menudo es posible encontrar una solución creativa. Si los padres reflexionan junto con el entrenador o coach, este último puede beneficiarse de muchas maneras.
En los torneos, especialmente en eventos con jóvenes ajedrecistas, los padres hablan mucho entre sí. Aquí y allá puede surgir un «radiopasillo», lo cual es contraproducente. Es más sensato mantenerse alejado de estos «radiopasillos». Los asuntos que también conciernen a otros padres, jóvenes jugadores o la organización deportiva, pueden discutirse en reuniones de padres, en un boletín del club, en un boletín informativo o en un sitio web. Durante una reunión de padres, un entrenador puede hablar con muchos padres a la vez, lo que ahorra tiempo. Otra ventaja es que los padres también se enfrentan a las preguntas, ideas y opiniones de los demás. Especialmente en un entorno de club, tales reuniones pueden contribuir positivamente al desarrollo de una cultura de ajedrez estimulante. En 2007, SBSA organizó una reunión de padres en Apeldoorn, donde Artur Yusupov fue entrevistado por Karel van Delft sobre el desarrollo de talentos. A los padres de los participantes en los entrenamientos juveniles de SBSA se les permitió hacer preguntas. De esta reunión se realizó un video, que los participantes y sus padres recibieron posteriormente en DVD. En uno de los boletines semanales por correo electrónico de SBSA, se publicó un resumen de la entrevista.
La agenda de una reunión de padres puede incluir los siguientes puntos: informes sobre actividades, la introducción de nuevas iniciativas, una recopilación de sugerencias, preguntas o una convocatoria de ayuda para cuestiones organizativas. En los anexos se incluye una lista más extensa de temas. Si los padres hacen contribuciones activas a todo tipo de cuestiones organizativas, esto facilitará la tarea de los organizadores y contribuirá al desarrollo de una cultura de ajedrez estimulante.
Al final, los padres también son seres humanos. Un padre ajedrecista nos contó que nunca asiste a las partidas cruciales de su hijo, ya que tiende a ponerse demasiado nervioso en tales ocasiones. Otro padre afirmó que lo hacía enfermar. «Ser padre de un ajedrecista es algo muy intenso», concluyó un padre novato. Un entrenador de ajedrez escolar relata: «Durante los partidos y torneos de ajedrez de mis hijos, a menudo estoy al margen y noto las influencias negativas de los padres sobre sus hijos. En los últimos años he visto cómo se desperdicia mucho talento». Es un defensor de las reuniones de padres: «Después de todo, un padre es el tercer jugador en el tablero de ajedrez».

Bruce Pandolfini y Fabiano Caruana

Referencias bibiográficas:
Heisman, D., & Wells, P. (2009). Chess Improvement: A Complete Course. Everyman Chess.
Van Delft, K., & Van Delft, M. (2016). Developing Chess Talent. New in Chess.

FIDE Trainer Luis Raygoza, con colaboración del Maestro Internacional Óscar Sánchez